Importancia de la evaluación e instrumentación del rendimiento deportivo.
La puesta en práctica de una evaluación de capacidades físicas, sirve como medio para obtener información del estado físico de los deportistas y atletas. En la actualidad, es inherente realizarlas ante la práctica de cualquier deporte, ya que permiten conocer más a detalle la evolución de cada deportista o atleta, con respecto a su salud y forma física. Este resultado contribuye a saber si es o no acertada la adherencia del deportista a la práctica del deporte. Es por esta razón, que esta práctica se considera como básica, ya que nos ayudará a entender, el avance o estancamiento de un deportista.
Los instrumentos de evaluación del rendimiento deportivo ayudan además a los entrenadores a conocer de forma cada vez más precisa, las características físico-deportivas de sus atletas o deportistas, así como su grado de evolución. Además, esta información, les ayudarán a realizar planificaciones que mejoren las capacidades e incrementar el rendimiento deportivo, obteniendo mejores resultados; y si de calidad hablamos, la evaluación goniométrica digital, supone un enorme avance en la supervisión del entrenamiento, por lo que hoy ya es una herramienta necesaria.
Los resultados obtenidos de dichas evaluaciones son interpretados y analizados, crean estadísticas y sirven como parámetros, para alcanzar los mejores picos de rendimiento durante los periodos de competencia planificados anteriormente en un macrociclo.
Sabemos que un macrociclo es la planificación a largo plazo mediante la cual nosotros como entrenadores o acondicionadores físicos podremos conseguir los objetivos deportivos con nuestros atletas o deportistas, dicha planificación se sub divide en mesociclos (meses de entrenamiento) y microciclos (semanas de entrenamiento).
Durante periodos programados hay que destinar un tiempo para la aplicación de los instrumentos de evaluación de rendimiento físico que nos permitan conocer el nivel de rendimiento físico de nuestros atletas o deportistas.
Las evaluaciones e instrumentos del rendimiento deportivo consideran diferentes aspectos, como: estado físico, riesgo de lesiones estado psicológico, su temperamento, estado nutricio etc, a manera de obtener información que nos permita entregar al atleta y a su entrenador recomendaciones de trabajo para efectuar actividad física de forma segura y mejorar su rendimiento deportivo.
Cabe señalar que estas evaluaciones e instrumentos del rendimiento físico se tienen que direccionalizar en tres tipos de pruebas: generales, especiales y orientadas.
Por lo cual, se debe contar con un equipo multidisciplinario especializado en cada materia y con la tecnología necesaria para efectuar una evaluación integral y programar un trabajo deportivo de alta calidad, con seguimiento y acompañamiento a los atletas o deportistas.
Se recomienda que el periodo de tiempo que debe pasar entre una evaluación y otra sea conforme al nivel competitivo del deportista. En el caso de los que recién se inician, puede ser suficiente una vez al año, en cambio los que practican alguna disciplina de forma competitiva deben hacerlo cada seis meses. La idea es ir modificando las pautas de entrenamiento de acuerdo a los resultados que se vayan obteniendo.
Aquí la importancia de evaluar cada uno de los componentes de la preparación de los deportistas. El programa de rendimiento deportivo logra consolidar el porcentaje individual de cada uno de los componentes de la preparación, así como el porcentaje general de rendimiento del atleta.
Y solo por mencionar algunas de las evaluaciones con las que contamos para ello, están: evaluación de capacidad anaeróbica (test de Wingate en bicicleta), evaluación de potencia (prueba de saltabilidad), evaluación de agilidad y movilidad, evaluación de fuerza (test de fuerza máxima y test isocinético), evaluación de pisada (footscan), evaluación de riesgo de lesiones, evaluación de capacidades físicas coordinativas, etc.
BIBLIOGRAFÍA